La importancia del decidir consciente

Fotografía que me realizó David G. Felis
La última decisión que has tomado ha sido leer esto que estás leyendo. Dime, ¿ha sido una decisión (acción) tomada por inercia o conscientemente?
La primera vez que me planteé esa pregunta obtuve respuestas breves pero clarificadoras. Tomamos tantas decisiones por inercia o presión social…
Por inercia o presión social he pasado tiempo en redes sociales sin estar presente y consciente con las personas de mi alrededor, o conmigo misma.
También he tomado decisiones más puntuales, como aceptar un contrato en la universidad que no me cubría ni los gastos de desplazamiento.
Ambas fueron decisiones por inercia que bien pudieron ser neutras, promover mi bienestar o menguar ese bienestar.
La clave está en una sola pregunta. ¿Era así como quería invertir mi tiempo?
En algunas de esas decisiones por inercia, sí, me alegré o aprendí. En otras, sin embargo, seguro que no. ¿No te ha ocurrido?
Conscientemente, sin embargo, también he tomado decisiones. Decisiones que me han hecho feliz o me han aportado aprendizajes importantes. Y también quiero reconocerlas y compartirlas con ustedes.
Conscientemente, siendo pequeña, me acerqué a una chica que estaba sentada sola en una esquina y le ofrecí mi amistad. Y hoy sigue siendo mi amiga.
También conscientemente saqué de mi vida a una persona verdaderamente tóxica. Dolió, pero fue liberador y un acto de amor propio necesario.
Conscientemente hice el doctorado sin beca, emprendí para hacer lo que siempre he soñado y me casé.
Por supuesto, también conscientemente estoy escribiendo estas palabras.
Ahora, analízate tú.
Dime: ¿Identificas en tu vida estos tipos de decisiones? ¿Cuál fue tu última decisión consciente?
Te leo en los comentarios y nos seguimos acompañando.
0 comentarios