Orientatips

Cuida tus emociones, cuida de ti

Cómo saber si estoy con el profesional que necesito

En los últimos meses, algunas de vosotras habéis compartido conmigo una inquietud muy natural: cómo saber si estoy con el profesional adecuado. O cómo saber que alguien puede llegar a serlo. Lo cierto es que, tanto si habéis tenido malas experiencias con otros profesionales como si nunca habéis acudido a terapia, es posible que tengáis sentimientos de incomodidad, frustración y estancamiento. En ese caso, quizá os identifiquéis con alguno de estos patrones de pensamiento:

  • La terapia no sirve para nada. No lo necesito o no tengo remedio. Es perder tiempo y dinero. Es mejor dejarlo estar, como hasta ahora.
  • Si siento incomodidad, insatisfacción o estancamiento con mi terapeuta es normal. La causa soy yo, son mis problemas. Cambiar de profesional no va a cambiar nada.

Si te identificas con alguno de esos dos pensamientos, espero que este artículo te ayude. Voy a compartir contigo los pilares básicos que, en mi opinión, deben sustentar los valores y conductas de cualquier profesional que trabaja con personas. Y más aún en el ámbito de la salud mental o el desarrollo personal.

1) Escucha abierta y respetuosa

Todas las personas necesitamos y tenemos derecho a ser escuchadas, especialmente si estamos en un contexto terapéutico. Ser escuchada implica poder expresarnos con la tranquilidad de que la otra persona está ahí, dándonos espacio y seguridad. Para ello, es esencial que sintamos que la otra persona nos respeta tal y como somos, así como nuestra historia y nuestros sentimientos.

En el artículo «3 claves que usan quienes saben escuchar de forma respetuosa» di algunas claves sobre cómo escuchar de forma respetuosa. Escucha tranquila y abierta, sin interrupciones, guiando con preguntas cálidas y abiertas, no detectivescas. Procurando en todo momento que la persona que está confiando su parte vulnerable se siente segura en consulta. Lo suficientemente tranquila y guiada para ir compartiendo, poco a poco, paso a paso y a su ritmo, el peso emocional que lleva en su interior.

La verdad es que no concibo otra forma de atender a alguien que me permite acompañar su proceso de superación que esa, desde el más profundo respeto.

2) Atención personalizada

Si partimos de una escucha abierta y respetuosa, la atención derivada de esa escucha será personalizada. Ajustada a la persona, a sus necesidades y prioridades. Es importante no reducir a la persona a un diagnóstico o unos síntomas, o a un solo enfoque de trabajo. Sino más bien darle una atención de calidad, personalizada, donde ella también sienta y perciba que es importante.

Hay problemas psicológicos comunes como la ansiedad o la depresión. E historias de vida de maltrato o negligencia que dejan secuelas a largo plazo. Sin embargo, cada persona es diferente. Alguien con ansiedad no tiene por qué experimentarla de la misma forma que otra persona, con la misma intensidad o los mismos matices. Alguien que sufrió abusos en la infancia tampoco tiene por qué experimentar lo mismo que otra persona que también los sufrió.

En mi opinión, incluso la terapia más respaldada por la evidencia científica requiere, del profesional que nos atiende, la capacidad de adaptar los recursos y la terapia a la persona. Mi formación pedagógica me ha dado la capacidad de evaluar continuamente si lo que estoy haciendo está ayudando o no a la persona, e ir adaptando lo que sea necesario para que le sea lo más útil posible.

Siempre he pesando que, si un alumno no aprende, no se motiva o avanza, la responsabilidad es del profesional, en este caso del profesor. En terapia pienso exactamente lo mismo, y así, con esa responsabilidad, es como yo trabajo.

3) Humildad y honestidad

Si mi historia de vida, mis sentimientos e inquietudes son diferentes a los de cualquier otra persona, es posible que mi profesional no dé con la tecla o enfoque que necesito. Que sienta que no avanzo, que me estanco. Si existe una atención individualizada y una escucha abierta y respetuosa, será el profesional quien nos hable al respecto. Quizá para proponernos un cambio en el plan de intervención o para derivarnos a otro profesional.

Eso requiere de honestidad y humildad, por parte del profesional, para aceptar que somos humanos y que no siempre podemos con todo. Y no solo eso, también implica respetar a la persona, su proceso y su derecho a recibir la ayuda que necesita. Puede ser solo con nosotros, puede ser con nosotros y otros profesionales o puede ser, directamente, con otros profesionales.

Si tenemos dudas sobre si quizá podríamos estar con un profesional más ajustado a nuestras necesidades, no debemos privarnos de pedir una segunda opinión. No es necesario dejar a nuestro terapeuta como tal, pero tampoco nos estanquemos y normalicemos una falsa zona de comodidad.

4) Y si no tuviste a alguien así, ten presente esto

Si has pasado por profesionales que no han sabido ayudarte suficiente, quiero que sepas que no es culpa tuya. A veces debemos pasar por varios profesionales hasta dar con aquel que puede ayudarnos. Que alguien no sepa cómo ayudarnos no quiere decir que no podamos mejorar. Es pesado llamar a distintas puertas, pero merecemos darnos la oportunidad de buscar y encontrar ese apoyo y guía profesional que necesitamos. Tú también.

La vida es aprendizaje continuo. Todas las personas podemos mejorar. Eso quiere decir que no es necesario llegar al límite para pedir ayuda, consejos o herramientas para mejorar algún aspecto de nuestra vida. Quizá nos gustaría sentirnos más capaces, relacionarnos de forma más auténtica con otras personas o conseguir un equilibrio y tranquilidad emocional más pleno. Plantearse acudir a consulta no siempre es señal de estar mal, pero sí que suele implicar querer estar mejor.

Es natural tener miedos e inquietudes. Incluso pensar, como comentaba al inicio, que la terapia no es algo para nosotros. Sin embargo, ¿qué darías por sentir que tienes una vida plena y tranquila? Eso que ahora puede parecer inalcanzable es posible con ayuda profesional. Paso a paso, con un proceso bien definido y recursos materiales de apoyo que permitan aplicar lo aprendido en las sesiones.

No nos quedemos en la falsa comodidad de lo conocido. Si algo nos genera malestar de forma recurrente, merecemos explorar nuevas oportunidades. Al igual que cuando se busca un profesor de matemáticas a veces hay que buscar un poco para dar con el adecuado, en nuestra salud mental y desarrollo personal ocurre lo mismo. No restes importancia a tu bienestar social, mental y emocional.

Eres importante. Eres una persona digna. Eres una persona merecedora de respeto, cariño y amabilidad. Y, por supuesto, de nuevas oportunidades.

María de Oriéntate con María relajada, contenta y apoyando la cabeza sobre la mano

¿Cómo estás?

Soy María

Doctora en psicología y pedagoga terapeuta (col. nº1433 en COPYPCV) especializada en gestión emocional y procesos de superación personal. Compagino mi consulta online con la investigación científica en emociones, ansiedad, bullying y sus secuelas.

Suscríbete a la Newsletter

Recibe en tu correo electrónico orientatips para conocer tus emociones y mejorar tu bienestar. Cuida de tus emociones, cuida de ti

Estas son nuestras redes sociales, en ellas compartimos más recursos sobre bienestar emocional:

2 Comentarios

  1. Mar

    Me has hecho llorar con las ultimas palabras de tu publicacion. A lo mejor me he estado abandonando y por eso no doy el paso… A lo mejor me merezco cambiar eso.

    Responder
    • Dra. Maria Beltran Catalan

      A veces las palabras llegan cuando deben llegar… Retira ese «a lo mejor», Mar, porque claro que mereces respeto, cariño y amabilidad. Y, por supuesto, nuevas oportunidades.
      Si quieres saber cómo sería venir a mi consulta solo tienes que hacer clic en el botón de arriba de «Descubre cómo puedo ayudarte». 🙂

      Responder

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Descubre cómo relajarte en 20 minutos

¿Te sientes estresada, agobiada o angustiada? ¿La incertidumbre te puede? ¿Te cuesta gestionar tus emociones? ¿Tienes dificultades para concentrarte en tus tareas diarias? ¿Tienes un torbellino en la cabeza que parece interminable? 

He preparado esta sesión de relajación guiada porque quiero que relajes tus emociones, cuerpo y pensamientos, y seas más dueña de tu estado emocional, reacciones y decisiones. 

Consentimiento tratamiento datos

You have Successfully Subscribed!

×