Las 8 formas de chantaje emocional y cómo detectarlas
El chantaje emocional es una forma de manipulación demasiado frecuente en las relaciones sociales. Consiste en un intento de controlar el comportamiento de la otra persona, persuadiéndola, a través del miedo, la obligación o la culpa. El objetivo de quien utiliza el chantaje es que la persona víctima de esta manipulación vea la realidad a su manera, sintiéndose en deuda, equivocada o con razones insuficientes para estar mal.
Esta forma de manipulación genera confusión y desgaste emocional. La víctima cae en una justificación recurrente de su dolor, sus decisiones o sus deseos. La sensación es de estar equivocada, de no hacer las cosas bien o de ser una exagerada por no tomarse las cosas como la otra persona. Por no ser capaz, quizá, de pasar página. Si te sientes identificada con esto, quédate conmigo hasta el final del artículo. Voy a explicarte las 7 formas de chantaje emocional para que puedas identificarlas y hacerles frente.
¿Por qué? Porque a menudo el chantaje emocional se hace de forma inconsciente por personas cercanas a nosotras. Y, aunque lo hagan intencionadamente, al ser personas de importancia emocional para nosotras dudamos aún más sobre lo que realmente está ocurriendo y si es en realidad culpa nuestra. Bien, empecemos el recorrido por las formas de chantaje emocional:
1. Abuso verbal
El abuso verbal es la forma más frecuente de chantaje emocional. Es claro y directo. Quien perpetra el chantaje utiliza la palabra para castigar a la víctima cuando ésta no responde a sus expectativas. Si la víctima se sale un poco del guión que la persona chantajista tenía en su cabeza, se llega al grito, al reproche, al insulto o incluso a la amenaza.
La persona que sufre este tipo de chantaje se siente asustada, con miedo y ansiedad. Es posible que somatice su estado de ánimo con tensión muscular, dolores de cabeza y otros tipos de manifestaciones físicas de estrés. El sentimiento es de insuficiente y la autoestima suele ir quedando cada vez más destruida, especialmente si la relación es estrecha, como un padre, una madre o una pareja.
2. Distorsión
La distorsión consiste en convencer a la víctima de que ella debe adaptarse a sus necesidades. En caso de no satisfacerlas, lo está haciendo mal y, si no cambia, merece sentirse culpable. Es una distorsión de la realidad para ajustarla a su propio beneficio personal.
Las necesidades de la víctima no importan; sus deseos, tampoco. Es una forma de manipulación basada en el abuso de poder: tú has de servirme a mí, ganarte que yo esté contigo, adaptarte, cambiar. Eso que, en otras palabras, es anular a la víctima.
De nuevo no es de extrañar que la autoestima quede dañada. Además, el sentimiento de culpa y de vacío suele ser muy intenso cuando el chantaje se prolonga en el tiempo. Es importante detectar qué está ocurriendo para poner límites o distancia y cuidar la propia salud mental.
3. Tabú
Para explicar este tipo de chantaje emocional a veces se utiliza la metáfora del elefante en la habitación. Ese problema que tanto le pesa y golpea emocionalmente a la víctima y que, sin embargo, la persona chantajista evita, reprime o castiga su expresión. Se convierte en un tema tabú porque incomoda o molesta a la persona que chantajea, y la víctima se queda sola con su dolor que no desaparece.
La víctima de este tipo de chantaje, cuando es recurrente, aprende poco a poco que sus sentimientos no importan. Que debería dejarlo pasar, superarlo y adaptarse a la otra persona. Se olvida de que merece la misma atención, cuidado y cariño que ofrece y que, si no lo recibe, no es ella quien debe resignarse a no atender su dolor.
4. Sacrificio
En esta forma de chantaje emocional, la persona presume, mediante la queja, de los sacrificios que ha hecho por la víctima. Sacrificios normalmente que la víctima nunca le obligó a hacer y que hace porque voluntariamente así lo decidió. Es una forma de decir: «después de todo lo que hago por ti, tú deberías cumplir estas expectativas mías».
La víctima de este tipo de chantaje suele sentir que nunca hace las cosas bien, que no es suficiente. El sentimiento suele ser de indefensión, de culpa y de desesperanza. Como si estuviera en deuda constantemente con alguien que, sin embargo, no parece esforzarse por corresponder en la relación, cuidándola desde el respeto, la libertad y cariño.
5. Luz de gas
Ya escribí sobre luz de gas, o gaslighting, en otro artículo: Gaslighting: cómo reconocer la manipulación emocional (clic aquí para leer el artículo).
En resumen, consiste en hacer comentarios del estilo: «estás desvariando», «necesitas ayuda psicológica», «estás paranoico/a». Estos desprecios continuados en el tiempo hace que la víctima dude de la realidad y se cuestione, incluso, su cordura.
Es una agresión psicológica muy grave, sutil y gradual. Por favor, si te identificas, pide ayuda profesional. Por ti, por tu salud y bienestar.
6. Control
El control es un tipo de chantaje emocional que se ejerce de forma muy gradual y que tiene mucha relación con lo que, popularmente, llamamos celos. Al inicio puede parece incluso que está cuidando la relación, protegiendo a la persona, mostrando interés. Sin embargo, al cabo del tiempo la víctima acaba aislándose poco a poco de sus familiares y amistades, de personas, espacios y actividades que le gustan o disfruta.
¿Por qué? Para evitar la confrontación, procurar no hacer daño a quien perpetra el control o intentar alejar el sentimiento de culpa. A menudo, quien sufre este tipo de chantaje emocional suele sentirse mal cuando hace algo que disfruta en libertad. Como si estuviera haciendo algo malo, cuestionable, egoísta. Y esto sucede porque la persona que ejerce el control castiga emocionalmente esos comportamientos en su víctima.
7. Transacción
La persona que ejerce esta forma de chantaje emocional pasa factura de lo que ha hecho por su víctima, no ahora, sino hace tiempo, incluso años. Lo hace cada vez que ha de justificar un comportamiento dañino o cuando la víctima no cumple sus expectativas. Se trata, en resumidas cuentas, de dar por hecho que si hizo ese sacrificio fue por algo a cambio que la víctima ha de darle.
El fondo suele tener sentimientos de rechazo y no aprecio hacia la víctima. Un “no me gusta cómo eres, eso me frustra y “necesito” que cambies, porque si no, el sacrificio enorme que hice habrá sido para nada”. Es volcar la responsabilidad de las consecuencias de una decisión personal en otra persona. En consecuencia, quien ejerce este chantaje no toma decisiones como cortar la relación porque no le satisface, sino que se queda, alargando su propia insatisfacción en sí misma y en la víctima.
8. Luna de miel
Este tipo de chantaje emocional consiste en cambiar durante un tiempo el comportamiento, con el fin de que la víctima no abandone la relación. La víctima se siente como en una luna de miel, con atenciones, regalos, cariño y lo que ella normalmente expresa que necesita. Una vez que ya ha bajado la guardia, quien ejerce el chantaje vuelve a las andadas.
Ese “volver a las andadas” puede ser caer en patrones chantajistas como los descritos anteriormente, pero también en formas de maltrato psicológico. La luna de miel sirve de “enganche”, hace creer a la víctima que realmente la otra persona va a cambiar porque la quiere, le importa y es buena persona para ella. Que no va a ser siempre un ir y venir de altos y bajos en la relación.
Lo cierto, sin embargo, es que si una relación te hace daño de forma recurrente, tal vez haya que plantearse que no parece una relación sana.
Preguntas exploratorias
¿Conocías estas formas de chantaje emocional?
¿Te has visto afectado por alguna de ellas en tus relaciones?
¿Has utilizado alguna?
¿Añadirías alguna más?
Recuerda que puedes recibir orientación y compañía por mi parte, tanto en tu recuperación de una situación de chantaje como en tu crecimiento personal.
Hay una forma no descrita y la he sufrido muchos años.
Yo lo llamo el silencio eterno, deja de hablarte y te hace el vacío y no hay un motivo. Psicológicamente es brutal.
¡Hola, Samuel! Gracias por tu comentario. El castigo del silencio es una agresión emocional, pero no en sí una forma de manipulación. Forma parte del maltrato psicológico y hace mucho daño, como bien dices. Es propio de personas con rasgos narcisistas, que se acercan a la víctima, la utilizan y la descartan. En ese proceso de descarte es cuando ocurre ese castigo del silencio, generando sentimientos de culpa, confusión e indefensión, mezclado con una esperanza en que las cosas cambien. Darse cuenta de que es una forma de maltrato psicológico es importante para tomar decisiones de autocuidado y aceptar que la persona es como es y ha hecho lo que ha hecho, sin más, y que nuestras decisiones han de basarse en eso y no en nuestras expectativas. ¡¡Te envío un fuerte abrazo, Samuel!!
Hay una forma no descrita y la he sufrido muchos años.
Yo lo llamo el silencio eterno, deja de hablarte y te hace el vacío y no hay un motivo. Psicológicamente es brutal.
¡Hola, Samuel! Gracias por tu comentario. El castigo del silencio es una agresión emocional, pero no en sí una forma de manipulación. Forma parte del maltrato psicológico y hace mucho daño, como bien dices. Es propio de personas con rasgos narcisistas, que se acercan a la víctima, la utilizan y la descartan. En ese proceso de descarte es cuando ocurre ese castigo del silencio, generando sentimientos de culpa, confusión e indefensión, mezclado con una esperanza en que las cosas cambien. Darse cuenta de que es una forma de maltrato psicológico es importante para tomar decisiones de autocuidado y aceptar que la persona es como es y ha hecho lo que ha hecho, sin más, y que nuestras decisiones han de basarse en eso y no en nuestras expectativas. ¡¡Te envío un fuerte abrazo, Samuel!!